Proporciona una potencia óptima del motor. Elimina los depósitos en las válvulas y en la cámara de combustión y evita que se vuelvan a formar. Ahorra combustible.
Limpia válvulas, sistemas de inyección, conductos de admisión, carburadores y cámaras de combustión y previene la formación de sedimentos. De este modo se garantiza una excelente potencia del motor y una quema mejorada del combustible. Ello protege el motor en caso de esfuerzos extremos, p. ej., circulación por ciudad, tramos cortos y atascos, y reduce la emisión de sustancias tóxicas. Probado en turbocompresores y catalizadores.
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